lunes, 24 de noviembre de 2008

plaga

amaga a irse de este mundo.
se acerca a lo autos y en el instante donde todo parece terminar se aleja.
Estoy totalmente segura que esta deprimida. Sino... ¿por qué hace esto?
quizás tiene miedo de morir, pero su vida no vale la pena.
Es tratada miserablemente. Y se siente una plaga. De hecho lo es.
El mundo esta infestado de seres como ella.
me pone nerviosa verla.
cada vez que se pone en el medio de la calle siento que algún auto la va a aplastar y como consecuencia habrá una lluvia de sangre que me manchara. Que asco.
Sin embargo, no es por esa razón que no quiero que muera. A pesar de que es muy tonta.
Trato de distraerla; hago ruidos, golpeo el poste de la parada de colectivo. no hay caso.
Parece segura de lo que hace, de ese juego macabro donde su vida corre peligro.
La gente que espera conmigo el colectivo la observa de otro modo.
Puedo escuchar claramente a una señora decir "ay pero que horror.... ¿Qué esta haciendo?"
De pronto, entre los cuchicheos vacíos de la señora, que está hablando sola, los ojos de la pseudo suicida de fijan en ella. Claramente sé que la escuchó...
Viene un auto pero a la paloma no parece importarle sólo observa a la señora con la mirada fija.
yo me anticipo con cara de asco a la tragedia.
Hasta que un milagro que pudo ser previsto ocurre.
La paloma vuela logrando evitar los autos pasando por encima de la mujer y dejándole la peor cagada del mundo.
Sin duda mi cara estaba correctamente anticipada.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Ella, la lluvia, él (acompañarlo con la música del video)



Bailaba con su vestido rojo que danzaba junto a su esbelta figura blanca. Su cabello acompañaba el movimiento de sus pies. La lluvia caía en su rostro de una manera muy sensual que hacía de aquella imagen algo especial.
Mientras se movía, avanzaba por esa vereda que aún conservaba un aspecto antiguo gracias a las casas coloniales y los viejos adoquines.
Desde una ventana un piano produciendo una música ilusionada. Aquél muchacho que formaba parte de esa dulce melodía contemplaba aquella mujer que parecía disfrutar lo que hacía. Pero esa figura se comenzaba a desvanecer impidiéndo al joven poder ver a ese ser tan misterioso.
Sabía que no podía perderla, más bien perder la oportunidad porque no dudaba que aquella señorita era alguien muy libre.
Se miro al espejo, sonrió y salió corriendo. Corrió como nunca antes, sus piernas se movían bruscamente, de manera torpe, se notaba su desesperación. Dio vuelta la esquina pero nada había. Ni un rastro de aquella musa. Parecía ser un sueño, una simple fantasía.
Quizás lo era. ya no estaba más. Sólo fue un pequeño instante de perfección que ya había acabado.
Se sentó en la vereda mirando el agua correr por la zanja. Sintiendo como se mojaba su cuerpo, cabizbajo.
Cerró los ojos tratando de retener la escena de la mujer bailando.
De pronto ya no caían mas gotas en su cuerpo. Abrió los ojos un poco sobresaltado ya que seguía sintiendo el agua chocar contra el pavimento.
Giró su cuerpo y allí estaba.
Ella.
Ella y un piloto negro que los envolvía.
Ella, el piloto, la lluvia.
Ella, el piloto, la lluvia, él.
Ella, él.
Ellos.
Uno.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Genius


los genios son los que saben que están locos y aprovechan su insania