martes, 13 de octubre de 2009

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Duda en el hemisferio izquierdo de mi alma.
No logro encajar las ideas enmascaradas que bailan por mi mente.
Frases y momentos.
Ideas, idiomas.
Todo, todo se entremezcla y forma una nueva pasta.
Se amalgama y forma una escena.
Labios rojizos que se llenan de gotas de lluvia
Una voz que dice "calma niña alguien vendrá a salvarte, en esos pasadizos secretos siempre hay algo de esperanza, sólo te pido que no dejes de sonreír"
Palabras que significan lo mismo " amor, amour, amore, love, liebe" Todas ellas pasean en cámara rapida, a toda velocidad, en mi cabeza.
Agua que corre.
Colores que sólo logran dilatar y contraer mis pupilas.
Viento que golpea contra mi rostro.
Hasta que un ruido insportable, hueco, se apodera de todo.
Caigo en sí.
"Sí" dejame salir.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Su reino del Revés.


Hasta ese momento había transcurrido mi día con normalidad, tal vez demasiado.
Colegio, almorzar, marchas en la calle que luego debía atravesar, gimnasia, nada fuera de lo común.
Una vez fuera de todas esas tediosas responsabilidades caminaba para ir a mi casa con Luz (siempre tomamos el mismo camino). Sólo pensaba en llegar a mi casa y hacer una torta para merendar con las chicas.
De pronto vi a un hombre contra un pared. Pensé que estaba meando... me dio repugnancia y rechazo. Además me resulto extraño porque es una calle transitada y eran las cinco de la tarde pero era una posibilidad.
Pero luego giro su cabeza que estaba casi pegada a la pared y clavo sus ojos en mi. y me sonrió.
Me asusté pero no le di importancia.
Seguimos caminando pero empecé a notar que la gente que estaba ahí había transformado su rostro. Tenían pánico.
Nos dimos vuelta y vimos que el hombre empezó a caminar para atrás en sentido de la calle, supuse que estaba viendo el edificio, pero cada vez estaba más lejos de aquella pared y se aproximaba a los autos. El semáforo estaba en verde pero el hombre sin mirar ni un momento hacia atrás siguió caminando. Estaba seguro de lo que hacía.
Nadie raccionaba. ni yo. Nada más parecía suceder en ese momento. Todos esperabamos que pase el trágico hecho.
Los autos comenzaron a frenar de golpe, las bocinas inundaron mis oídos y los de Luz.
nos agarramos fuerte, sólo eso pudimos hacer.
Al hombre no le pasó nada, siguió caminando y llegó a la vereda de enfrente.
No quisimos seguir mirando y nos fuimos de esa escena casi corriendo.
En la esquina Luz dobló y yo me fui al supermercado.
Cuando salí estaba el hombre, enfrentado a mí en el borde del supermercado. Por un instante me paralicé pero seguí caminando.
¡Mierda! el empezó su marcha también y me miraba fijo. El caminaba para atrás y yo... yo no sabía que hacer.
No dejaba de mirarme y yo no dejaba de caminar.
No había forma de no verlo estaba frente a mí y la gente lo miraba sin entender, yo tampoco entendía.
Decidí pasarlo, no quería verlo más.
Doble la esquina y cuando estaba llegando a mi casa me di vuelta y ahí estaba él, caminando, para atrás, seguro siempre seguro, otra vez con el semáforo en verde. Por suerte no había autos.
Quede alelada.
No sabía que hacer.
Entre a mi casa, fui hasta el ascensor, me subí y en mi mente sólo recordaba la mirada del hombre.
Trataba de encontrarle una explicación a todo eso.
¿Quería matarse? ¿Gozaba desconcertar a la gente? ¿Estaba loco? ¿Quería demostrar algo?
Quizá pensaba que el actuaba bien y nosotros estábamos al revés... Quizá no había explicación... Quizá...
Llegué a mi casa y sólo pude hacer una cosa. Caminar hacia atrás, al menos por un rato.














Basada en hechos reales.
jajaj siempre quise decir esto-

jueves, 5 de febrero de 2009


chim pum (: